domingo, 17 de mayo de 2015

Dos maestros españoles diseñan un sistema de enseñanza para los alumnos del siglo XXI

Dos maestros españoles diseñan un sistema de enseñanza para los alumnos del siglo XXI

La revolución tecnológica hace que no se pueda seguir enseñando a los alumnos de la misma forma que antes


Dos maestros españoles diseñan un sistema de enseñanza para los alumnos del siglo XXI

Los estudiantes que están cursando Bachillerato o ESO ya nacieron con internet y no conciben un mundo sin él. Para la mayoría de ellos las redes sociales son su medio de comunicación. Comentar con sus amigos cualquier noticia por WhatsApp, Facebook o Twitter es lo más natural para ellos e, incluso, les resulta más cómodo que llamar por teléfono. Están acostumbrados a tener al alcance un sinfín de aplicaciones y contenidos en todo momento. Pese a todo, hay muchos centros de enseñanza que aún no permiten que la tecnología entre en sus clases. «Les parece una distracción y es un grave error. Si se le da un uso adecuado, la tecnología mejora el aprendizaje», indican Ricardo Oficialdegui y Álvaro González, profesores en el Colegio Irabia-Izaga de Pamplona.
Ambos docentes han aunado esfuerzos y conocimientos para crear un sistema de enseñanza y aprendizaje llamado Polygon System, basado en tecnologías digitales y en metodologías innovadoras surgidas de Harvard. Su éxito ha sido tal que ya ha sido probado con éxito en las aulas de varios colegios españoles. Su máxima es que la tecnología nunca debe ser el fin. «En este caso es solo una herramienta puesta al servicio de la educación», afirma Ricardo Oficialdegui, uno de los creadores de este sistema, licenciado en magisterio, profesor de música en activo, y formador de Apple para la introducción de las tecnologías en las aulas.
La propuesta de González y Oficialdegui parte de que en los últimos años ha habido una auténtica revolución tecnológica así que no podemos seguir enseñando a nuestros alumnos de la misma forma que antes. «Debemos convertir al alumno en el auténtico protagonista de su educación y esto es posible gracias a nuestro método, que combina contenidos, metodología y tecnología para que el alumno no sólo aprenda más sino para que también vaya aplicando los conocimientos que adquiere. Aplica la teoría de las "inteligencias múltiples" y el"aprendizaje cooperativo", potenciando y creando la llamada "cultura del pensamiento", cuyo objetivo es el desarrollo del pensamiento crítico y creativo.

No todos aprendemos igual

«La neurociencia ha demostrado que no todos aprendemos de la misma forma. Hay alumnos que tienen gran capacidad visual, otros prestan más atención al aspecto auditivo y otros en cambio aprenden mucho más interactuando. Con este sistema el alumno aprende los contenidos propios del curso mucho más motivado, de una manera mucho más competencial y comunicativa con gran mejora progresiva en el trabajo cooperativo. En los alumnos con necesidades especiales como ásperger y TDHA se han notado mejores resultados, más integración en el aula con sus compañeros y enganche a la asignatura. También podemos asegurar que los alumnos adquieren una muy buena competencia digital», asegura González.
¿Y qué papel juega el profesor en esta propuesta educativa? «Es fundamental —explican—, porque se trata de una educación mucho más personalizada y por tanto debe ser él quien guíe a cada alumno según sus competencias. Lo que ha ocurrido hasta ahora es que cuando se ha intentado avanzar en la educación se ha abandonado al profesor a su buen hacer. Hay que formar al profesorado en metodologías emergentes y en tecnología. Nadie nace aprendido. No se puede transformar la educación sin formar al profesorado», dice Oficialdegui. «Gracias a este método, los profesores pueden preparar sus sesiones de una forma planificada adaptando los proyectos a cada alumno de forma sencilla. Y los alumnos desarrollan una manera de pensar y de relacionarse con sus compañeros y además mejoran su autoestima. Todos ganan».

Una experiencia visual, táctil...

«Reformas», el vídeo sobre el mercado laboral que arrasa en las redes sociales

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«Reformas», el vídeo sobre el mercado laboral que arrasa en las redes sociales

Así serán las entrevistas de trabajo del futuro, según el cómico David Navarro y la actriz Cecilia Solaguren, del canal Comedy Central


Este domingo, a las 21.15, el canal Comedy Central emite el especial «Corto y Cambio», dedicado al mercado laboral. Una de las piezas del programa, el sketch del cómico David Navarro y la actriz Cecilia Solaguren «Reformas», se ha vuelto viral por su manera de ironizar sobre las reformas laboral y educativa.
En solo dos minutos, ambos mantienen una entrevista de trabajo que ya cuenta con cientos de miles de visitas en las redes sociales. Negociar un convenio colectivo, superar una entrevista con éxito o por qué no es buena idea tener sexo en el lugar de trabajo son otros temas tratados en el espacio, siempre de la mano del humor.
Paco Calavera, Kikin Fernández, Nene (un exfutbolista convertido en cómico y actor) y Dani Piqueras completan el cartel de esta entrega. Los artistas invitados en esta ocasión son los actores Nadia Torrijos, Cristina Soria, Horten Soler, Maru Candel, Sagayo Ayuso y Rubén Martínez. Juntos muestran los entresijos laborales con mucho sentido del humor.

viernes, 15 de mayo de 2015

El desempleo amenaza con crecer en Latinoamérica

El desempleo amenaza con crecer en Latinoamérica

El paro había bajado hasta 2014, pese a la desaceleración económica, pero la CEPAL y la OIT prevén que este año suba al 6,2%

 Buenos Aires 15 MAY 2015 - 01:54 CEST
Desempleo en Latinoamérica
Un campesino trabaja en un cultivo de maíz en El Salvador. / ROBERTO ESCOBAR (EFE)

Marcela, bonaerense, separada y madre de tres hijos, había hecho ya los estudios médicos y psicológicos para comenzar a trabajar en una planta siderúrgica de la mayor empresa privada de Argentina, Techint. Pero a último momento los futuros empleadores le han dicho que esperase, que aún no la pueden incorporar. Cobra la asignación universal por hijo, unos 80 dólares mensuales por cada uno, a cambio de enviarlos a la escuela y los controles sanitarios, pero necesita más ingresos y busca trabajo. Pese a la desaceleración económica de los últimos años en Latinoamérica, el desempleo seguía bajando hasta 2014, pero en 2015 volverá a subir, según pronostican la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El año pasado, el paro en la región llegó a un mínimo en 25 años, es decir, desde que la OIT y la CEPAL lo miden. Sin embargo, en 2015, tras cinco años de continua ralentización del ritmo de expansión económica, ambos organismos de la ONU calculan que subirá en forma leve del 6% al 6,2%. La economía regional solo crecería el 1%, es decir, menos de lo necesario para la creación de suficientes puestos de trabajo.
En un anterior informe de la OIT, con datos de 2014, Costa Rica figuraba como el país latinoamericano con más desempleo urbano y rural (9,6%), seguida por Colombia (9,4%), Paraguay (8,5%) y Argentina (7,4%). Los países con menos paro eran Guatemala (4,2%), Ecuador (4,3%), Panamá y México (5%, ambos), aunque en Latinoamérica el contar con trabajo no asegura necesariamente una cobertura social ni niveles de ingresos suficientes para esquivar la pobreza. Mientras tanto, el desempleo era del 7,3% en Venezuela, el 7% en Brasil, el 6,5% en Chile y el 6,1% en Perú.
"El escenario del mercado laboral que se avizora no es muy alentador para la búsqueda de progresos sustanciales que ayuden a alcanzar mejoras en términos de pobreza y desigualdad", escribieron la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, y la directora regional de la OIT, Elizabeth Tinoco. Precisamente, el empleo ha sidoel gran factor de la reducción de la pobreza en la región, del 43% en 2002 al 28% en 2014. Incluso ha pesado más que las políticas sociales expansivas. "A ello se añadieron políticas públicas tanto laborales (salario mínimo, formalización, inspección) como no laborales (expansión de los sistemas de protección social y de la educación)", destacan en la ONU.
En Latinoamérica contar con trabajo no asegura una cobertura social ni niveles de ingresos suficientes para esquivar la pobreza
La cantidad de empleados con cobertura de la Seguridad Social, excluidos las domésticas, se elevó en 9,9 puntos porcentuales entre 2003 y 2012, hasta el 78,7%. Pero la CEPAL y la OIT temen que el contexto económico actual también acabe afectando la "calidad del empleo" porque "es poco probable que las políticas de formalización logren contrarrestar la baja generación de empleo asalariado".
El año pasado el paro seguía descendiendo en Latinoamérica porque en sus tres grandes economías, Brasil, México y Argentina, pese a la caída del empleo, menos personas buscaban trabajo. Esta tendencia sorprendió a los economistas porque se suponía que debería haber ocurrido lo contrario. La OIT y la CEPAL comentan que, cuando hay menos demanda laboral, suele subir la oferta de los hogares más pobres para cubrir posibles pérdidas de ingreso que afectarían los niveles de subsistencia y por eso reaccionan enviando a trabajar a los jóvenes. ¿Por qué eso no ocurrió? Los organismos de la ONU concluyen que las mejoras del empleo en los anteriores diez años produjeron "ciertas holguras en muchos hogares", de manera que no tuvieron que reaccionar de inmediato a la pérdida de empleo. También influyeron, según la CEPAL y la OIT, los aumentos salariales que se registraron en esa década y que se sostuvieron incluso en 2014.
Por último, "muchos países han establecido programas dirigidos a incentivar una mayor permanencia de los jóvenes en los sistemas educativos". Por ejemplo, Argentina creó en 2014 el plan Progresar, por el que subvenciona a los jóvenes de 18 a 24 años parados o con empleo informal para que estudien o se capaciten.
De todos modos, el fenómeno de 2014 no se repetiría en 2015. Quizás los hogares pudieron aguantar un año con menos ingresos, pero no dos. Por eso se prevé que una nueva desaceleración de la actividad económica y otra caída del empleo llevarán esta vez a que más personas busquen 'chamba' o 'laburo', como dicen en México o Argentina.
Ya el año pasado además creció el empleo informal. "El trabajo por cuenta propia, generalmente de menor calidad que el empleo asalariado, en la mayoría de los casos se expandió más que el empleo total, lo que evidencia un resurgimiento incipiente de actividades informales, en el contexto de la debilidad de la demanda laboral de las empresas", lamentaron la OIT y la CEPAL. Al menos no esperan una caída de los salarios ajustados por la inflación, dado el nivel relativamente bajo del paro y los índices de precios al consumidor (IPC) en general acotados, con la excepción de Argentina y Venezuela.


Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/05/14/actualidad/1431624131_375737.html

lunes, 11 de mayo de 2015

Latinoamérica en la segunda era de las máquinas 'El futuro del trabajo'


Latinoamérica en la segunda era de las máquinas 'El futuro del trabajo'

LUIS ALBERTO MORENO*

Ante los problemas económicos que afronta el hemisferio occidental, los dirigentes empresariales y gubernamentales de Latinoamérica están enfocados en impulsar el crecimiento inclusivo, después del auge de las materias primas que se prolongó durante la mayor parte del pasado decenio. Toda estrategia deberá tener en cuenta un fenómeno mundial inevitable: la llamada "segunda era de las máquinas".
Los economistas del MIT Andrew McAfee y Erik Brynjolfsson, entre otros, han identificado la segunda era de las máquinas con el ascenso de nuevas tecnologías de la automatización y la inteligencia artificial. Mientras que los optimistas predicen que esas innovaciones darán paso a una era de abundancia sin precedentes, otros analistas menos optimistas consideran que casi la mitad de todos los empleos ejercidos actualmente por seres humanos son vulnerables ante la substitución por robots y medios informáticos cada vez más complejos.
Las tecnologías avanzadas ya están penetrando en algunas de las industrias principales de Latinoamérica. Por ejemplo, los fabricantes de automóviles, que emplean a centenares de miles de personas en toda la región, están recurriendo rápidamente a robots que son más eficientes y precisos que los seres humanos. En las zonas de producción de cereales de Sudamérica, la maquinaria guiada por GPS está reduciendo la necesidad de jornaleros, al tiempo que aumenta la producción.
Las industrias de servicios, que ya representan dos terceras partes de todos los empleos de Latinoamérica, son particularmente vulnerables. Un programa informático para la gestión de los impuestos de una empresa incipiente en Brasil, por ejemplo, puede realizar en cuestión de segundos operaciones que requerirían miles de horas pagadas de un ejército de contables. Se pronostica que otros sectores que representan actualmente un gran porcentaje del empleo en países de renta baja -incluidos los de las prendas de vestir, las manufacturas ligeras, la logística y las centrales de llamadas- experimentarán una automatización cada vez mayor.
¿Está preparada Latinoamérica para ese cambio trascendental? Lo bueno es que los programas de Latinoamérica en materia de tecnología, productividad y lucha contra la exclusión se superponen; por ejemplo, las mejoras en la educación y el fomento del empleo en el sector estructurado de la economía contribuyen a la consecución de los tres objetivos, pero semejantes reformas tardarán años en dar fruto. Entretanto, hay cuatro esferas en las que el sector privado puede hacer contribuciones.
En primer lugar, las empresas pueden impulsar su propio capital humano impartiendo formación en el lugar de trabajo, táctica que ha demostrado su utilidad y sigue siendo poco común en Latinoamérica. A este respecto ha habido algunos avances. Por ejemplo, la iniciativa de planes de capacitación del organismo gubernamental Uruguay XXI ofrece subvenciones a las empresas orientadas a la exportación para capacitar a su personal en materia de aptitudes concretas, como, por ejemplo, el aprendizaje del inglés, y ayudarlas a dominar las nuevas tecnologías.
En segundo lugar, las empresas latinoamericanas deben aumentar su inversión en investigación e innovación. Actualmente, las empresas de la región dedican aproximadamente el 0,4% de sus ventas, por término medio, a la I + I, muy inferior a la media de 1,9% de los países de la OCDE. Las empresas latinoamericanas pueden cambiar esa situación emulando a sus homólogas del Estado brasileño de Sao Paulo, que tienen contratos de investigación con importantes universidades públicas. Esos vínculos, comunes en toda Norteamérica, han contribuido a aumentar el gasto de Sao Paulo en I + I en un 1,6% del PIB, mayor que el de España o Italia.
En tercer lugar, las empresas latinoamericanas pueden contribuir a mejorar la educación, a menudo con mayor rapidez que la del Gobierno al aplicar reformas eficaces. En Perú, un empresario tomó la iniciativa y encargó la creación de un modelo educativo enteramente nuevo. Cuatro años después, Carlos Rodríguez-Pastor ha creado 23 escuelas Innova, que prestan servicios a 13.500 estudiantes y en las que se actualizan constantemente los conocimientos y las aptitudes de los profesores. Espera construir una red de 200 escuelas en los próximos años.
Por último, los dirigentes de las empresas latinoamericanas deben apoyar a los empresarios incipientes, que carecen no sólo de capital, sino también del sistema de apoyo necesario para plasmar sus ideas en empresas viables. Las deficiencias locales obligan a muchos innovadores -como, por ejemplo, el guatemalteco Luis von Ahn, cocreador de los CAPTCHA, los juegos de palabras que los sitios web utilizan para asegurarse de que sus usuarios son seres humanos- a trasladarse al extranjero.
Latinoamérica no puede permitirse el lujo de perder innovadoresmuy dotados como Von Ahn. La contribución de los dirigentes de las empresas establecidas a la financiación y la tutoría de esos visionarios, para que puedan prosperar en sus países y no deban instalarse en el extranjero, redundará en su propio beneficio.
Para cada uno de esos empeños, hay modelos logrados que se pueden adaptar y reproducir. Con diligencia, persistencia e inteligencia, Latinoamérica puede aún aprovechar al máximo la próxima era tecnológica y velar por que se repartan sus beneficios de forma más amplia.
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*Luis Alberto Moreno es presidente del Banco Interamericano de Desarrollo.
Con esta columna, el Blog Factor Trabajo del Banco Interamericano de Desarrollo, da inicio a una nueva serie mensual de artículos titulada "El futuro del trabajo".

Fuente: http://www.elmundo.es/economia/2015/05/11/5550bb7ee2704eb8398b4570.html

viernes, 1 de mayo de 2015

Un año difícil para el empleo en América Latina Al celebrar este Primero de Mayo, los trabajadores de la región deben tener en cuenta el desafío de una desaceleración económica

Un año difícil para el empleo en América Latina

Al celebrar este Primero de Mayo, los trabajadores de la región deben tener en cuenta el desafío de una desaceleración económica

 30 ABR 2015 - 21:48 CEST


Este Primero de Mayo, al celebrar el Día Internacional de los Trabajadores, es importante tener en cuenta que los países de América Latina están frente al desafío impuesto por una desaceleración de la economía que impactará el mercado laboral y colocará presión sobre las tasas de desempleo e informalidad.
Durante las últimas semanas las mediciones económicas han sido unánimes: las perspectivas de crecimiento se han revisado a la baja y es posible que el promedio regional incluso sea inferior al uno por ciento.
Esto ocurre en una región que experimentó un crecimiento sostenido durante más de una década, lo cual contribuyó en forma importante a la reducción de la pobreza y ayudó a mejorar los indicadores laborales. La tasa de desempleo en las zonas urbanas, que a comienzos de este siglo estaba en 11%, bajó hasta un mínimo histórico de 6,1% a fines del año pasado. También hubo un moderado descenso de la informalidad y mejoras salariales.
Pero es evidente que esta tendencia positiva se ha detenido. Ahora predomina la incertidumbre y el temor de que se reviertan algunos logros alcanzados. Además, no hay que olvidar que el empleo es clave para la reducción de la pobreza y la desigualdad.
Aunque las mujeres se han incorporado al trabajo, su tasa de participación es 30% inferior a la de los hombres
La OIT [Organización Internacional del Trabajo] estima que la tasa de desempleo podría subir dos o tres décimas porcentuales este año de la mano de la desaceleración económica. En un mercado laboral en el cual habrá menos creación de nuevos empleos, también es previsible que algunos trabajadores recurran a ocupaciones en condiciones de informalidad. En la actualidad la tasa de informalidad es de 47 por ciento, lo que equivale a 130 millones de trabajadores en empleos que habitualmente implican malas condiciones laborales, desprotección, inestabilidad y falta de derechos.
También será difícil avanzar en el cierre de las brechas de empleo. Aunque las mujeres se han incorporado al trabajo, su tasa de participación es 30% inferior a la de los hombres y cuando buscan colocarse enfrentan una desocupación más alta. Los jóvenes también están en desventaja ya que el 40% por ciento de los desempleados tienen entre 15 y 24 años y tasas de desocupación de 2 a 4 veces mayores que los adultos.
Esta situación coloca a los países frente al desafío de repensar las estrategias para impulsar el crecimiento económico y la transformación productiva. Y esta es una tarea de grandes dimensiones en la cual tenemos que pensar este Primero de Mayo cuando recordemos la gesta de los mártires de Chicago en 1886, quienes lucharon por mejorar las condiciones de trabajo.
No podemos olvidar que, independientemente de cuál sea el comportamiento económico, América Latina necesita crear 50 millones de puestos de trabajo en la próxima década solamente para compensar el crecimiento demográfico. Y esperamos que esos empleos sean formales.
Elizabeth Tinoco es directora regional de Organización Internacional del Trabajo para América Latina y el Caribe.

Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/04/30/actualidad/1430423146_384577.html